Con mucho orgullo y con mucha dedicación y esfuerzo por parte del equipo editorial, junto con Alejandro González, Alberto Ochoa y Eva Kasakova, desde di-Ca (Asociación de Profesionales y Empresas de Diseño de Canarias) hemos lanzado el primer número de nuestra revista CAN. Mi aportación ha sido un pequeño artículo de lo que llamamos ‘Greatest Hits’, piezas que nos acompañan en nuestra vida y que son muy especiales para nosotros como diseñadores.
POSTER GILL SANS
“ME ENCANTÓ POR SU SENCILLEZ, SU LIMPIEZA Y SU CONCRECIÓN”
Recuerdo perfectamente el momento en el que el poster llegó a mis manos dentro de un encarte de la Revista Visual hará unos 6 ó 7 años. Al principio no le presté atención, fui directamente a abrir la revista, a devorarla, dejando en un montoncito los 'extras' que la acompañaban. Días después (bastantes... no soy muy ordenada) vi el montoncito. Pasaba totalmente desapercibido porque estaba plegado hasta quedar en un A4, estaba entre varias muestras de papeles especiales y otro tipo de publicidad. Además, era casi todo blanco y con alguna zona de color sin ninguna forma definida, muy abstracto, por lo que no llamaba especialmente la atención. Entonces lo abrí y fue cuando me enamoré.
Sus dimensiones una vez desplegado eran (y son, porque lo sigo conservando con mucho mimo) de 58x80 cm, está impreso a dos tintas planas, Pantone Black Process y Pantone 806, en un papel estucado mate de unos 135 gr. Muy sencillo y sin grandes pretensiones artísticas, es un cartel donde se desarrolla la familia tipográfica Gill Sans, con las muestras de todos los caracteres para cada uno de los tipos y un párrafo con un texto elegido muy acertadamente; Declaración Universal de los derechos Humanos. Artículo 19. En él pueden observarse las versiones a diferentes tamaños y grosores y ver su funcionamiento. Cartel técnico 100%.
Me encantó por su sencillez, su limpieza y su concreción, pero sobre todo porque fue la primera vez que me paré a observar desde muy cerca una tipografía impresa a un tamaño suficiente (la 'S' del título mide 20 cm de alto) y fijarme en la perfección de sus líneas, con curvas trazadas de forma tan brillante y con tanta suavidad que casi duele a los ojos. Y a esa distancia es cuando te das cuenta de por qué un trabajo es excelente y sigue siéndolo con el paso del tiempo. 6 ó 7 años después sigo viendo el poster cada día, en mi pequeño estudio. Lo tengo enmarcado de forma muy simple, a veces lo quito del marco y lo pego en la pared, a veces lo vuelvo a enmarcar y lo pongo detrás de mi apoyado en el suelo para verlo al entrar en la habitación, a veces enfrente de mi para verlo mientras trabajo.
Pero aunque no habite un lugar fijo, lo tengo siempre cerca, rondándonme, para que no se me olvide que tengo que ser correcta, que hay que cuidar los detalles y evitar los excesos.
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